A la actuación de las diferentes religiones a través de la historia yo le llamo doble moral. Por un lado sus ministros son lo depositarios de la bondad, el amor y la justicia para todos y, al mismo tiempo, son el terror de la humanidad, ya sea físico o psicológico.

Articulo en Ingles


Al unirnos los humanos en grupos sociales, tuvimos la necesidad de crear leyes para que la convivencia fuera más fácil entre nosotros. En la antigüedad, la estructura política de cada pueblo se asentaba en la autoridad divina de un rey-sacerdote quien ejercía el poder civil y el religioso. El era el intermediario entre los dioses y los hombres. La ley terrenal estaba profundamente ligada con la ley divina. Entonces no se conocía la idea de pecado. La falta de cumplimiento de una obligación contraída era considerada como un  acto de irresponsabilidad en perjuicio de quien no lo cumplía, pero el orden cósmico no era perturbado por esta mala conducta. El deudor debía reparar su incumplimiento, habitualmente con una compensación en dinero o con trabajo.

Entonces, inicialmente la ley era de origen divino y lentamente, los reyes, como representantes ante los hombres de la ley divina, empezaron a dictan sus propias reformas para hacer cumplir las leyes establecidas por los dioses. Estos reyes “pastores” inicialmente tuvieron la intención de proteger a los débiles frente a los poderosos. La ley era sinónimo de Justicia y de Equidad. La violación de la ley traía como consecuencias sanciones humanas y divinas.  La ley se expresaba a través del sistema de causa y efecto: Primero había una formulación clara y concisa de la conducta delictiva y la consecuencia precisa, al fijarla por escrito, aclaraba el concepto de lo lícito y lo ilícito, de lo moral o de lo inmoral. Aquí sería bueno preguntarse que entendemos por moral.

La palabra Moral tiene su origen en el término del latín «mos, moris, moralis«, que significa costumbre. Podría definirse también como: la suma total del conocimiento adquirido con respecto a lo más alto, bueno y noble a lo que una persona se apega. Los conceptos y creencias sobre moralidad son generalizados y codificados en una cultura o grupo y sirven para regular el comportamiento de sus miembros. La moral también es identificada con los principios religiosos, éticos o valores que una comunidad está de acuerdo en respetar. Paul Faulquié define la Moral como: «la teoría razonada del bien y del mal».

Todo esto viene porque hace dos sábados estaba yo en mi casa, tratando de descansar de los difíciles días por los que hemos estado pasando aquí en la iglesia, así que la noche anterior, o sea la del viernes, me dije a mi mismo: mañana sábado me voy a levantar lo más tarde que se pueda, me voy desayunar e irme a dormir lo que reste de la mañana y toda la tarde. Pero como dice el dicho mexicano, dios pone, uno dispone, llega el diablo y todo lo descompone; el sábado me desperté temprano y ya no pude seguir durmiendo por más intentos que hice. Entonces me levante después de estarme haciéndome tonto en la cama y como tenía hambre, baje a desayunar, con el firme propósito de regresar a la comodidad de mi cama y dormir hasta tarde como cuando era adolescente

Al estar desayunándome y con el control de la televisión en la mano, empecé a buscar algo que ver en la TV mientras desayunaba. Yo buscaba algún programa donde no tuviera que pensar, ni razonar, ni nada parecido, solamente algo que me hiciera ruido mientras desayunaba. Pero me sucedió lo de costumbre, mis intensiones iniciales se fueron a la basura porque en un canal había un debate acerca de la decisión de la Suprema Corte de Justicia de California con respecto a los matrimonios de personas del mismo sexo y, por supuesto, me quede enganchado al programa.

Uno de los participantes al debate era un ministro cristiano que decía con la Biblia en la mano, que los matrimonios de las personas del mismo sexo deben ser prohibidos, son antinaturales, ya que la idea de Dios es que el matrimonio debe solamente efectuarse entre un hombre y una mujer. El abrió la Biblia y leyó rápidamente un par de pasajes de este libro. También estaba un sacerdote católico el cual apoyaba las palabras del reverendo cristiano diciendo que este tipo de uniones eran inmorales. A favor de la decisión de la Corte, estaba un líder de la comunidad gay que decía que la resolución de la corte hablaba de derechos humanos, de los derechos que todos debemos tener sin importar el color, la raza, el sexo, la condición socioeconómica o la preferencia sexual.

El moderador comento que en este país, existe una separación entre la iglesia y el estado y no se podía discutir una decisión legal en base a la religión.

El sacerdote católico contesto diciendo que las layes las hizo Dios para que nosotros solamente las obedeciéramos.

Cuando el programa término, yo me quede pensando, se habla tanto de moral, de lo que dice la Biblia, de lo que Dios dijo y dejo de decir, que debemos ser obedientes a la palabra divina, pero por parte de los religiosos no se habla de derechos humanos.

El domingo pasado inicie el sermón diciendo que Dios les dijo a Adán y a Eva que se multiplicaran y como los humanos somos muy obedientes a las palabras de Dios, nosotros nos multiplicamos de tal manera que actualmente somos más de 6,000 millones de personas en el mundo, creando por ello muchos problemas a la naturaleza. Si, los humanos somos muy obedientes a la palabra de Dios, pero realmente somos obedientes o solo lo somos cuando nos conviene. Aquí es donde regresa a mi mente una pregunta que me he hecho en otros tiempos. ¿Es la humanidad buena en esencia? o ¿es malvada en esencia? ¿Es nuestro concepto de bueno y malo algo que debiera ser redefinido o, lo hemos definido de acuerdo a como somos, o de acuerdo a lo que queremos que crean de nosotros, o de acuerdo a lo que cada uno de nosotros queremos? ¿Realmente funcionamos como sociedad con una moral o nos engañamos a nosotros mismos teniendo una doble moral?

Si realmente tomáramos las palabras de Dios en serio, como alardean muchos de los ministros cristianos y los sacerdotes católicos, la historia de la humanidad hubiera sido muy diferente, por ejemplo, Nuestros políticos nos mienten de una manera tan cínica con palabras muy bonitas. La Biblia nos dice: No matarás y no levantarás falsos testimonios ni mentirás. Si fuéramos siempre obedientes de la palabra de Dios, George Bush no hubiera acusado a Saddam Hussein de tener armas de destrucción masiva, así como el de tener vínculos con el grupo terrorista Al Qaeda, Las declaraciones de Bush no se han podido confirmar hasta el día de hoy, no se ha podido comprobar que había] un supuesto peligro inminente para toda la humanidad. Pero lo que si ha habido por esta mentira, son miles de muertes de iraquíes y de soldados americanos. ¿La conducta del Sr. Bush es realmente moral, de acuerdo a las leyes de Dios?

Bueno, bueno, pero eso es política, eso es cosa de los hombres, dirán muchos religiosos que están en contra de los matrimonios entre personas del mismo sexo, nosotros estamos hablando de religión, de lo que es bueno para la sociedad, de lo que es moral, de lo que Dios nos dice que debemos hacer.

La Biblia también nos dice: No cometerás actos impuros. Ante esto yo me cuestiono. Si la iglesia católica realmente fuera obediente de la palabra de Dios como nos lo hace creer, no estaría pagando miles de millones de dólares para acallar a todos esos niños y adolescentes que fueron violados por esos sacerdotes pederastas, los custodios de la verdad, de la moral, de la religión, de las buenas costumbres, de las layes divinas. Y que decir de muchos de los ministros cristianos que se han enriquecido de la noche a la mañana, gracias a las donaciones de sus feligreses, de esos ministros los cuales son verdaderos actores, dignos de un Oscar, los cuales a través de la fe, mienten, extorsionan, y confunden a sus feligreses, solo para obtener un provecho económico personal.

Si nos propusiéramos rendir testimonio sobre la influencia de las religiones en las vidas de los humanos, los ejemplos no nos faltarían. La historia de las religiones, en particular la de las religiones monoteístas, es la historia de un crimen continuo y versátil contra la humanidad. El espectro de ultrajes cometidos en el nombre de Dios es espectacular: va desde la misma petición de fe, hasta el genocidio, pasando por todo tipo de engaños, abusos, persecuciones, intolerancias, extorsiones, xenofobias, violaciones, supercherías, martirios, complicidades con otras tiranías, campañas de vergüenza contra el cuerpo, el placer, el humor y la diferencia. Las religiones han podido erigirse como las principales portadoras de esperanza sólo porque han sido las primeras promotoras del terror. Ellas realmente son los terroristas de todos los tiempos. La violencia divina se manifiesta en todas las escalas, desde la doméstica hasta la histórica, pero en todos los casos el núcleo de la atrocidad religiosa es el mismo.

A la actuación de las diferentes religiones a través de la historia yo le llamo doble moral. Por un lado sus ministros son lo depositarios de la bondad, el amor y la justicia para todos y, al mismo tiempo, son el terror de la humanidad, ya sea físico o psicológico.

Nosotros, los Unitarios Universalistas, también tenemos nuestros defectos, no nos salvamos de ello, pero estamos concientes de nuestras fallas, nosotros no nos escondemos en una doble moral. La religión Unitaria Universalista no le pide a nadie que sean, que piensen, o que crean de una forma determinada. Aquí podemos ser, creer, pensar y mostrarnos tal y cuales somos, sin el temor a ser criticados a ser juzgados. Los ministros Unitarios, no se enriquecen vendiendo el perdón eterno, porque nosotros no creemos en el pecado, ni en el infierno, nosotros creemos que todos tenemos la capacidad por nosotros mismos, tal y como somos, de llegar a ser salvados. Los Unitarios Universalistas no explotamos a la gente a través de la fe, para los Unitarios Universalistas, el “poder” no esta en los ministros, o en la religión, “el poder” esta en cada uno de nosotros los seres humanos.

Nosotros tenemos siete principios, en los cuales creemos, y creemos no porque se nos obligue, o se nos extorsione a través del terror de condenarnos en el infierno, creemos en ellos porque somos personas de una sola moral, porque somos personas que pensamos, porque somos personas que creemos en la justicia para todos, sin importar su color, sexo, condición económica o social, su idioma o su orientación sexual, porque creemos en el valor y la dignidad propia de cada persona como nos dice el primero de nuestros principios Unitarios Universalistas.

Es verdad que los Unitarios Universalistas tenemos muchos errores como personas, pero nosotros no vamos por el mundo pregonando hipócritamente que somos la puerta al cielo, que somos los depositarios de la verdad absoluta.

El que dos personas del mismo sexo quieran casarse, el que quieran estar protegidos ante la ley como el resto de las parejas heterosexuales, no es un asunto de religión, es un asunto de igualdad, es un asunto de justicia social, es un asunto de derechos humanos. Dios no trabaja con una doble moral, solo los humanos lo hacemos, dios no condena el amor, solo los humanos a través de ciertas religiones la condenamos.

 

The following two tabs change content below.
Roberto Padilla
  • Facebook
  • Google+
  • Facebook
  • Google+

Roberto Padilla

El doctor Roberto Padilla es miembro de la Primera Iglesia Unitaria de San Jose, California.
Roberto Padilla
  • Facebook
  • Google+
  • Facebook
  • Google+

Latest posts by Roberto Padilla (see all)